Detrás de esos ojos marrones

Me gusta todo de ti.

Me lo se todo sobre ti.

Y tú me preguntas 

¿que qué me gusta de ti?

Me gustan tus ojos,

esos ojos azules de los que me enamoraba...

-Son marrones. -me dices enfadada.

Pero detrás de esos ojos marrones

seguro que encontraría otros ojos

verdes, o azules, seguro. 

Con los que pudiéramos concebir,

a la niña de mis ojos, con tus

ojos marrones o los míos azules.

Liguero equipaje

¡Qué desdicha! Qué día tan poco provechoso.
Bochornoso que nadie comprenda lo falto amoroso.
Y es que con una vista nadie le reproche,
ni menos, se postre digno y certero.
Dos cualidades de terceros y a troche y moche.
Y hay truchas y conejos, liebres,
y sardinas de sombrero.
Y un consejo te doy si me ofrezco valeroso,
soy, pero no me atrevo.
Y saldría con varias aunque una excusa no tengo,
pero lo intentaré.
O mejor no entro de nuevo.