No quiero vivir sin oír el crujido de tu corazón.
Esta noche cupido me trajo tu amor.
Y ella me dijo al oído,
todo lo que siente con razón.
Y me cuentas sobre mujeres, sobre otras.
Y pienso, qué interés, que emoción.
Una chica que comparte afición.
Más tarde me doy cuenta,
mucho después de aquel adiós,
todo lo que me querías decir y no pudiste
que aún guardo con esperanza
a que aparezcas en mi ventana,
como hoy atravesaste mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario