Los ángeles bailan.
Las ánimas cantan.
Y los gritos de la noche
ya no son de balas.
Ovejas cuentan
que han sido leyendas
vistas por nadie
que los cuentan.
Cuántas noches
pasadas en vela
por la oscuridad
y la tormenta.
¿Qué sabrán?
¿Qué guardan?
Qué me espera,
y quién.
Me aguarda
como la seda
y me cubre
las espaldas.
Cuando tengo frío
y estoy en primavera,
me ayuda a recordar
animar el alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario