¿Cómo quieres que no me enamore de ti,
si me tratas como yo te trato?
Cómo pretendes que no me enamore,
si compartimos juntos ratos
en los que tú me coges de la mano
y yo por consiguiente te abrazo,
me emociono, lloro, decaigo
y tiro para arriba,
porque somos amigos
y tal y como te trato,
pretendo que seamos algo más.
Pretendería olvidar, me lo aconsejan.
Me quitan los ánimos.
Pero sé que no es verdad.
Lo sé, y sin sarcasmos.
Te agradeceré que primero fueras
más que una conocida.
Y que después de ser mi amiga
me dejarás creer en esperar
encontrarme algún día, quizás,
un simple, “tal vez” y un “algo más”.
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