sábado, 17 de septiembre de 2011

Os labios

Nuestros labios se fundieron,
se derritieron y solidificaron en uno
varias y varias veces.
Se notaba la presión, el calor y la humedad del ambiente
a cada segundo, cuando un segundo no vale nada.

Se hunden en lo más profundo de nuestra boca,
mas haya nuestra lengua, más allá de donde nuestra lengua llega,
un caliente bombón que traía placer salvaje y deseo animal.

Puedo sentir tu placer jadeante,y me provoca.
Me provoca una sensación de ingravidez y deseo ardiente,
entre sonrisas indecentes escucho incesante tu subida tono a tono,
poco a poco el placer sexual de sexo opuesto,
y puesto a tono, me pregunto y me respondo que...
mi única razón para practicarlo: el oír y ser agradecido no con palabras,
sino con orgasmos. Sentir esa sensación única que no es para mi.
Solo ella, para demostrarle a dónde llegaría, hasta dónde puedo llegar y cuándo.

Bajando laderas de montañas tersas,
acariciando paredes de cuencas peligrosas jamás exploradas,
surcando hasta mil veces haría por ella el cañón de Colorado,
y en un suspiro... el latir de la tierra.
Me sumergería en el volcán más profundo de todos,
entraría por las puertas del infierno, al cielo
para envidia de todos ahora, que nadie más conoce
Solo quien pudiera hacerlo una vez...
y otra más, desde la primera hasta la última gota de mi exprimiría,
me secaría las venas, entre sangre y sudor, por donarle un instante a ella.
Moriría y resucitaría una y otra vez, y repetiría siempre
hasta el punto en el que de verdad muera.
Por ella haría todo eso y más.

Por ella, ¡oh! por ella.
Por ella muera, por ella muero
y descanso feliz en paz.

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